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letras utilitarias

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En una de las últimas librerías que he visitado, de esas con estantes llenos de libros de segunda mano con páginas amarillentas y olor a humedad, me encontré con una joya literaria que contenía las siguientes inscripciones grabadas con uno (o varios) de esos viejos sellos de caucho que se embadurnaban en la esponja de un tintero, fabricado ex profeso para los fines de su propietario.

 

 

Aviso para navegantes

 

Este libro es tan sólo una más de las extremidades indolentes que constituyen la biblioteca de Juan González con cuya sombra y tal vez también, por aviesa fortuna, con cuyo hueso simbólico de inquietudes intelectuales, habrás podido interaccionar en alguna ocasión de tu vida no menos fugaz que la suya. Allá donde me portes, bajo el polvo en el que me sepultes, indiferente a los lamparones de grasa que pringuen mis páginas, a los monigotes con que me ilustres o a las esquinas que me pliegues, recuerda tu deuda: revertirme, sin demora ruín, a ese cuerpo de sueños y legajos anacrónicos al que pertenezco y del cual tu amor pasajero e ilusorio me arrebató en aras de manos y miradas paradisiacas cuyo obsequio nunca compensará suficientemente el sacrificio de mi separación primordial. Que la belleza y la sabiduría te acompañen, viajero, siempre que cumplas con esta cabal restitución y que te sustraigas al celo, la codicia, la pereza y la vil tentación que acechan a los espíritus indignos de hospitalidad y préstamo.

 

 

Last but not least

 

Me veo obligado a imprimir este recordatorio en la solapa final de la presente obra en prevención de que libreros sin escrúpulos o ex-amigos sin remordimientos de conciencia arranquen de cuajo la primera página de advertencia en la que se insta (o instaba) a devolver con urgente apremio este ejemplar a su adquisidor original y coleccionador sentimental, Juan González.”

 

 

Curiosamente, ambos textos, con su peculiar tinta morada y desgastada de forma casi impresionista, aparecen cruzados con dos trazos de bolígrafo rojo. Al final del segundo, alguien añadió esta lacónica nota bene manuscrita (también con tinta roja): “N.B. No se aplica. Reventa.”

 

 

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