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ateo poeta

Intimidad

Intimidad

 

La colección de películas “eróticas” que acompañan a un periódico desde hace semanas está cuajada de obras prescindibles, predecibles y menos excitantes que una muñeca (o muñeco) hinchable (aunque para gustos... perdonen el símil los/las fetichistas del género). Entre las que se salvan, la última entrega titulada Intimidad (Patrice Chéreau, 2001) plantea un dilema intrigante y clásico: ¿cuál es el límite de tolerancia al llevar el deseo sexual por el otro hasta sus últimas consecuencias? En este caso, es una mujer casada con un taxista y con un hijo la que siente el despertar de su deseo con un amante con el que apenas se habla. El hombre, divorciado y también con un hijo de la misma edad (unos ocho años), acepta la cita semanal sin palabras, pero anhela una relación más estable y comienza a indagar en la vida de ella. A esos vectores aparentemente opuestos se unen las frustraciones personales de ambos personajes: ella, profesora de teatro y actriz ocasional; él, camarero en un pub nocturno tras abandonar su carrera musical, pero siempre pensando en cambiar de vida. Otros personajes secundarios -un joven y homosexual compañero de trabajo del pub, el mejor amigo de él con múltiples problemas y adicciones, el taxista filósofo de billar y su hijo- ofrecen el contrapunto dramático al pacto de silencio y sexualidad a punto de quebrarse. Las escenas de coitos son como lánguidos bodegones, intensos y fugaces. Como si algo esencial se perdiese en ellos (o se alcanzase de forma tan evanescente que se olvidase al instante). La verdad del deseo y su independencia de llevar una vida en común (una casa, las facturas del gas, educar a los niños) son memorables, lo que en el fondo te deja mudo.

 

 

 

2 comentarios

ateopoeta -

Polikarpov me ha recomendado este comentario de la película con el que estoy plenamente de acuerdo y que os animo a cotejar: http://www.labutaca.net/51berlinale/intimacy2.htm

polikarpov -

Mudo me dejó. Es verdad. Compré la peli en un kiosco y la vi en la cama, en el mac. Puf. Aún la estoy digiriendo.