un poema de Ana Pérez Cañamares

 

Lanzamos mensajes de texto

correos electrónicos

entradas en bitácoras

 

igual que los náufragos

lanzaban al mar sus botellas.

Pedimos que nos rescaten

 

de nuestras islas sin playas.

Como siempre, hay mareas

turistas y mirones numerosos

 

y sólo de vez en cuando

uno entre la multitud

entiende nuestra letra.

 

Ana Pérez Cañamares (inédito)

 

Fotografía: Randy Baron

 

2 comentarios

[ateopoeta - 28 de mayo de 2012 - 12:54]

Quizá no necesitamos que nadie nos rescata y es suficiente con que nos inviten a conocer sus islas, a impregnarnos de multitud... Gracias por acercarte a estas playas, Salvador.

[Salvador Moreno Valencia - 28 de mayo de 2012 - 12:47]

Donne nos dice que ningún hombre es una isla, pero eso no quiere decir que no seamos náufragos enviando nuestras botellas al mar. Tan grande el mar que puede que nuestras botellas se pierdan en esa inmensidad pero si una sola de nuestras botellas es encontrada y una vez destapada leído nuestro mensaje habrá merecido la pena, Ana, de haberla enviado, entonces sigamos buscando, aunque sea una sola, persona que entienda nuestra letra.
Una brazo.
Salvador