Blogia
ateo poeta

 

Va siendo hora

de tomar cartas en el asunto:

somos animales heridos

y a la intemperie,

quién puede prescindir

de la más mínima y leve

insinuación

de la sutura.

 

Imagino el ciclo de la flor

indeleble.

 

Bajo qué arcanas instrucciones

se desliza

una discontinuidad

sin cuerpo.

 

Esa figura venenosa y brutal

de olvido

sólo alimenta

espectros y oráculos de ayer.

 

Extremar el cuidado

también de lo que se anuncia:

otro fulgor.

 

Fotografía: Imogen Cunninghan

 

0 comentarios