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ateo poeta

 

Alguien llega

a la zona de intersecciones

y durante un tiempo

produce turbulencias

intangibles.

 

Desconocemos si consigue

explorar los callejones

oscuros del corazón

o si sólo deambula

por los aledaños

y las áreas periféricas.

 

Si le preocupa servir

a propósitos ajenos

sin recibir a cambio

una inmediata o equiparable

satisfacción.

 

La ciudad duerme y calla

con la melancolía

de costumbre.

 

Los nuevos interrogantes,

por lo menos, se alojan

en la atmósfera

de las noches

en vela.

 

 

Fotografía: Stanko Abadzic

 

 

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