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ateo poeta

 

Por supuesto que el amor

huele y sabe y eriza la piel

y moja y caldea el ambiente

y quita el hipo y corta

la digestión y mueve

montañas si se pone

un poco de fe

en el asunto.

 

Pero que nadie

se haga ilusiones:

los síntomas varían

una barbaridad

a lo largo de tomas

sucesivas.

 

Y eso por no hablar

de los gustos

raros y caprichosos

de los sujetos

implicados.

 

Por lo demás, estoy

plenamente de acuerdo

con Safo:

"agridulce alimaña

invencible".

 

 

2 comentarios

ateopoeta -

Y su sabor único es el sabor del mundo y el mundo sabe a ella y cada delicia que nos llevamos a la boca nos sabe a gloria, a ella y al mundo. Todo eso es efímero y voluble, ya, pero su ausencia sólo resultaría en un mundo soso y sin sentido.

polikarpov -

Sobre todo el sabor, su sabor, es lo que queda del amor y muchas veces lo que se busca. Glotones de esa sensación que además tiene un sabor único en el mundo, el de ella.