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ateo poeta

 

Buscas el espacio blanco lejano,

un horizonte sin carne ni hueso,

tu infancia nívea.

 

Hay peces que interrumpen

la cristalina transparencia.

 

Es su cometido.

Varían los grados

de flotación.

 

No pretendes

el equilibrio imposible,

pero sí aromas de quietud.

 

El pan recién cocido,

la albahaca dichosa.

 

Apenas necesitas

más ingredientes

para domesticar

el precipicio.

 

 

Fotografía: Aaron Siskind

 

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