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ateo poeta

 

Los días oscuros

son también días luminosos

que han sufrido la amputación

de alguna extremidad

ocular.

 

En los días oscuros

uno pasa del humor saltimbanqui

al humor ácido

ofreciéndose a sí mismo

como mártir de todos

los escarnios,

a falta de otras víctimas

propiciatorias.

 

Deberían declararse festivos

los días oscuros

porque, se mire como se mire,

las teclas no van a teclear solas,

nadie va a enviar acuse recibo

y tras las ventanillas

hay una huelga de celo

que rechaza toda solicitud

de reclamación.

 

 

Fotografía: Guillermo Asián

 

 

 

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