Blogia
ateo poeta

 

 

Viven bajo los puentes

donde llueve menos

o sólo en diagonal.

 

Duermen sobre bancos duros

o colchones que todavía huelen

a amor y a trabajo.

 

Con cuatro tablas o cartones

arman una habitación

con vistas.

 

Por la mañana recogen

sus pertenencias

y colocan las bolsas

en los armarios del parque

que todos los pájaros

respetan.

 

Sus dentaduras melladas

sonríen con sarcasmo.

 

Nunca tienen prisa,

siempre hay donde

rebuscar algo

de provecho.

 

Les fotografían

y registran

si es que hay suerte

y no les barren

sin la menor

delicadeza.

 

Cuando llegan

esos jóvenes voluntariosos

a repartir una cena

aguardan con estoica

impostura.

 

Después se gastan todos

los ahorros

en unas cervezas

porque algo deben

celebrar.

 

 

Fotografía: Guillermo Asián

 

 

 

0 comentarios