Blogia
ateo poeta

 

Lo único

agradable

del trabajo aburrido

es toda la excitación

subyacente

que se va generando

como un antídoto

eficaz.

 

Pergeñas

las aventuras

que deseas emprender.

Los cuerpos y placeres

que aguardan ahí,

al alcance

de la mano.

 

Después, acabas

la tarea

y los sueños, sin el menor

remordimiento,

se largan a buscar

otra víctima

propiciatoria.

 

0 comentarios