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ateo poeta

 

Hay secretos dulces

como golosinas

pereciendo

en la boca

con deliciosa

lentitud.

 

Hay otros pesados

como el plomo

o el mármol

por encima

de un cadáver

inevitable.

 

Por último se hallan

los huérfanos

del trauma

o del pudor,

esos abscesos

que desearíamos

extirpar.

 

Por lo que se refiere

a su persistencia

y propiedades

cromáticas

u olfativas,

debemos remitir

a las investigaciones

en curso.

 

 

Fotografía: Miguel A. Martínez

 

 

 

 

 

 

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