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ateo poeta

 

Ítaca no se halla al cabo de un naufragio tras otro naufragio tras otro. No se halla. No se tienen noticias. El primer grito. No. ¿Cuál sería su última palabra? No.

 

Antes de sumergirse en su sueño de Ítaca. Antes de que otros fueran a su madre Ítaca. Y escudriñaran su vientre. Antes de la devastación de Ítaca. De perforar la sed y el desierto y la piel negra y desnuda de

 

Ítaca. Porque las alambradas en el mar. Los francotiradores. Telescópicos. Para lo demás, el dinero es escaso. El dios de la escasez que todo

 

lo puede. No. Ítaca no. Estoy siempre lejos.

 

 

Ilustración: Ellsworth Kelly

 

 


 

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