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ateo poeta

 

Lo que el dominio de la escritura

siempre ha apartado. Lo cubierto

por la hojarasca de frases bien

construidas, al gusto de época.

 

Decir lo macerado y agrio.

La vacilación. A punto de perderse,

de enterrarse.

 

Decir lo único que no quiere

oírse. Lo que arde en mi silencio.

 

Parece mentira que haya cumplido

cuatro décadas y media y que siga

con estas cuitas. Si en realidad todo

se puede destilar en una misma

fórmula:

 

ese pánico a que se desvanezca

el escaso amor que creímos

merecer.

 

 

Fotografía: Man Ray

 

 

 

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