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ateo poeta

 

Si te avasalla la tristeza. Si se desdibujan

el perfil del tiempo y las razones

que valen.

 

¿Cómo eran lo único y lo sublime?

Los ciclos de la maduración. La ráfaga

amorosa al morir la luz del día. El sabor

joven, el pensamiento más allá

de mí.

 

Moratoria. Poner límites sensibles,

apenas extraer. Mi continuidad

amortigua.

 

 

Fotografía: Nobuyoshi Araki

 

 

 

 

2 comentarios

ateopoeta -

Gracias, me alegro! Y, aunque no lo supieras, tienes algo de culpa pues me recordaste que la deriva críptica y melancólica no me llevaría a buen puerto. También pensaba en mi hijo Mario y en "Palabras para Julia" por Paco Ibáñez y en aquellos buenos y floridos años en que poníamos esa y otras músicas en "Hombrecitos" (Radio Carcoma).

Polikarpov -

Eso, ¿cómo eran los único y sublime? Este me ha encantado.