Blogia
ateo poeta

 

 

Qué dulces y salados los pechos jóvenes

que nutren la resistencia a la gravedad.

 

Amo las caderas suspendidas en el cielo.

 

Aceite y orégano fresco ungiendo sus labios

y la promesa de lo real.

 

Se extingue la noche cálida

en vecindad con el solsticio y la edificación.

 

 

Fotografía: Russell Tomlim

 

 

0 comentarios