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ateo poeta

 

No me extraña

que apenas haya diferencias

entre emborracharse con alcohol

y hacerlo con palabras

pues, al igual que ocurre

con otros tantos actos fallidos,

se dirigen a un mismo fin:

el de aplacar las pasiones

libidinosas caídas

en desgracia.

 

 

Fotografía: Ana  Nieto

 

1 comentario

Polikarpov -

Así es. Por eso quizá hablo cada vez menos en, con, desde el amor. Más que un final lento y doloroso, prefiero que sea fugaz y rápido, como un viaje por sorpresa...