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ateo poeta

 

Y entonces frenar,

bajar el ritmo,

recluirme

y perder el tiempo

a mi antojo,

escuchar

mi propia voz

y llevarle

la contraria,

investigar

en esos textos

deslumbrantes,

recordar

que la vida social

se debe

a su justa medida,

decidir

en qué nueva lucha

mis fuerzas

hallarán sentido,

 

acordar

por unas horas

un armisticio

con el silencio.

 

 

Fotografía: Lewis Hine

 

 

 

2 comentarios

ateopoeta -

por eso los refugios, la soledad reparadora, el sueño... para volver con más ahínco a lo común

Polikarpov -

Es verdad. Muchas veces hay que acordar armisticios con todo, pasiones, trabajos, dudas... y respirar tranquilo y en silencio, sin nada que decir ni que decirse, ni nada que desafiar ni luchar. Si no es imposible vivir. Si no es imposible saber.