El poder,
a fin de cuentas,
en tanto que dominación,
se descompone
en varios gajos:
el arte de no responder
a las preguntas,
la íntima satisfacción
por permanecer
inescrutable,
la sutil y elegante
habilidad
para indagar
hasta el tuétano.
La resistencia
a menudo consiste
en desvelar
lo vulnerable.
Y en la libertad
del secreto.
Fotografía: Sebastiao Salgado
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