Tropezamos
en la misma piedra
tanto que ya
ni me acuerdo.
Si no, por qué
esa impaciencia
por enumerar
los detalles hasta
la extenuación.
Ya sé que la brocha
gorda tampoco
nos hace
demasiada justicia
y nos tienta
con el abuso
del monosílabo.
Afortunadamente,
en el medio
de esos extremos
de malentendidos
queda un gran
espacio
para la ficción.
Fotografía: Mafalda Silva
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