A primera vista
es fácil deslumbrarnos
y sucumbir a los aparentes
encantos
como nos rendimos
al trino celestial.
Pero como no reserves tiempo
para excavar, dragar, reconstruir
las galerías subterráneas
y comprender la ciencia
de la minería,
dudo que se comuniquen
ambos mundos.
Fotografía: Miguel A. Martínez
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