Vuelves a casa tarde,
poco antes del último
metro.
No puedes esquivar
todos los charcos
que ha dejado
el chaparrón.
Las luces,
el tráfico,
el fondo negro
del cielo,
la gente caminando
deprisa
como si tuvieran
un compromiso
ineludible.
No hay un relato
en tu garganta.
Mascullas
cuánto tiempo
podrás vivir
así.
Por qué esta
suerte,
buena o mala,
qué más da,
a la que me aferro
con los puños.
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