Nos reencontramos
al filo
del solsticio hiemal,
dejando atrás las flores adolescentes.
Amarse es un bálsamo
y una eterna gratitud,
esparciéndose, polinizando.
Solfeamos venturosos.
Se yerguen los cimientos
de una flamante vitalidad.
Nos reencontramos
al filo
del solsticio hiemal,
dejando atrás las flores adolescentes.
Amarse es un bálsamo
y una eterna gratitud,
esparciéndose, polinizando.
Solfeamos venturosos.
Se yerguen los cimientos
de una flamante vitalidad.
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