Los invisibles
“nosotros debemos decidir qué es lo que más nos conviene para el crecimiento y el reforzamiento de este movimiento y entonces el problema más importante para nosotros no está en conservar el Almacén a cualquier precio el problema está en que debemos conservar la fuerza que hemos conseguido y para ello tenemos que rechazar la evacuación voluntaria que nos proponen pero también tenemos que decidir autónomamente nosotros cuándo y cómo desocupar si nosotros desocupamos por decisión autónoma nuestra conservamos intacta nuestra fuerza política y mañana podremos desarrollar de nuevo las luchas de este movimiento para la conquista de un espacio social podremos llevar a cabo otras ocupaciones y otras luchas si por el contrario vamos al enfrentamiento hoy aquí nos lo jugamos todo y en mi opinión lo perdemos todo”
Nanni Balestrini, Los invisibles
Esta novela fue publicada en 1987 en italiano, en 1988 en castellano por la editorial Anagrama y en 2007 ha sido reeditada por Traficantes de Sueños (http://www.traficantes.net/index.php/trafis/editorial/catalogo/historia/los_invisibles) con la misma traducción de Joaquín Jordá. No obstante, ficciona una serie de acontecimientos políticos que tuvieron lugar en distintas ciudades italianas en la segunda mitad de la década de 1970. Los protagonistas pertenecen al ’movimiento autónomo’ que intentó radicalizar los ideales comunistas, aplicarlos asamblearia y horizontalmente a la realidad inmediata, y enfrentarse a todo tipo de opresiones laborales, sexuales, mediáticas y políticas. Los centros sociales okupados, las huelgas salvajes, los hurtos selectivos y la autoorganización feminista fueron algunas de las intensas experiencias que aún prolongan su influencia hasta nuestros días. Sin embargo, muchas de aquellas luchas descarrilaron hacia acciones armadas insensatas y, en consecuencia, la represión policial y judicial fue feroz. Tanto que algunos, como el propio autor de la novela y varias centenas más, se exiliaron durante años en Francia ante la carencia de garantías que ofrecían en Italia las detenciones, torturas y juicios. El libro traza con hábil e impresionista síntesis algunos de los momentos vitales más significativos de los jóvenes que se iban involucrando en el movimiento y los dilemas a los que tenían que hacer frente cada día, sus tácticas, sus conflictos y sus diletancias. La falta de puntuación, por su parte, invoca a una cierta creatividad del lector y a su concentración en el discurrir de los hechos narrados. La vida en prisión del principal protagonista, sufriendo todo tipo de agresiones a la vez que mostrando la capacidad colectiva de organizarse y rebelarse incluso en condiciones tan totalitarias, ocupa una buena parte del relato y conduce a una sensación de desasosiego y de derrota de esos movimientos sociales. Pero esa es sólo una técnica para envolvernos en los pensamientos y avatares de los personajes porque, en el fondo, nos interpela constantemente acerca de las huellas que pudieron dejar todas aquellas reivindicaciones, las posibles lecciones a aprender de sus propósitos, de sus prácticas y de sus evidentes defectos. Por eso es una novela apasionante y sólidamente anclada en el magma de aquella realidad sísmica y del mismo capitalismo extenuante con el que coexistismos en la actualidad.
0 comentarios