Nazis en España
La fabulosa iniciativa surgida entre activistas madrileños para organizar la “Muestra de Cine de Lavapiés” ha llegado a su quinta edición este año y en “El solar” okupado pudimos ver el miércoles pasado una de las mejores proyecciones y escuchar engatusados las profundas y precisas reflexiones de su director al final: El paraíso de Hafner (Günter Schwaiger, 2007).
Como señala la presentación de la Muestra: “Hafner, ex-criador de cerdos, inventor arruinado, amante insolente y, ante todo, antiguo oficial (teniente) de las SS, vive en España rodeado de amigos nazis y soñando con el advenimiento del IV Reich. A través del film nos introducirá, orgulloso y sin complejos, en su mundo oscuro y grotesco que ha fabricado a su medida y en el cual reina con aparente soberbia. Finalmente la realidad vendrá a su encuentro...” Y añade el director: “Esta película se me presentó a la vez como un desafío y un duelo. Desafío porque me enfrenté al triste pasado de mis orígenes, es decir, con el oscuro pasado de mi país, Austria. Pero lo hice desde la perspectiva más distante y fresca de mi nueva vida en España, donde llevo viviendo diez años. Y es un duelo porque enfrentarse a quien desprecia lo que uno más valora, resulta muy duro. Hablar, incluso en ocasiones sentir simpatía por alguien que no tiene ninguna compasión por el dolor ajeno, se hace insoportable. Hafner lo sabía y jugó con ello. Quiso quemar mi voluntad de resistir durante todo el rodaje, pero al final su silencio lo dice todo...”
En efecto, el director se presenta sincero y a cuerpo descubierto. Aunque en las antípodas ideológicas de su personaje, éste acepta el envite y pasa a contar y mostrar su vida. Defiende sin atisbo de duda a Hitler y desprecia los registros oficiales del Holocausto, el genocidio judío. Se codea entre los falangistas españoles y Fuerza Nueva. La dictadura franquista lo acogió, al igual que a otros cientos de oficiales nazis, con los brazos abiertos para que se instalaran en España tras la Segunda Guerra Mundial y pudieran crear empresas con todo tipo de beneficios. Su impunidad y ocultamiento, incluso hoy en día, son otra de esas vetas de ignominia en la memoria histórica en nuestro país. Hafner, además, es un anciano fornido y tan dogmático como acostumbraba. A pesar de su inflamado verbo autoritario, en la película ofrece un rostro humano, cierta agudeza mental y hasta una taimada simpatía senil. Sólo el abandono de sus amigos nazis de Marbella, las inesperadas acusaciones de antisemitismo que le hace una amiga suya hija de un general franquista, y sus parálisis cruciales cuando acepta presenciar un documental sobre el Holocausto y conversar con Hans Landauer, un ex-brigadista internacional en la Guerra Civil y posterior superviviente del campo de concentración de Dachau donde Hafner trabajó... consiguen abrir unos resquicios en la coraza de indignidad con la que el protagonista se disfrazaba. Los planos, algunas selectas imágenes y los pertinentes silencios, desde el punto de vista técnico, sólo pueden merecer elogios. Schwaiger ha compuesto una obra intensa, emotiva y de una incisiva provocación reflexiva acerca del fascismo y de las personas concretas que lo abanderan. Imprescindible.
3 comentarios
polikarpov -
Pero del pasado fascista me entristece la ignorancia de los más jóvenes, el poco aprecio por los logros conseguidos y las libertades que tenemos, fruto de la lucha de una minoría que se quemó en ese camino.
Franco, su recuerdo, su historia mueve a risa hoy, al igual que Hitler (todos nos acordamos de Chaplin). Tal vez esa es la mejor de los avances, la mejor de las armas, la risa contra el poder y los poderosos, siempre ridículos.
ateopoeta -
Lo tenían todo, arrasaron con lo de todos y en los bajos fondos de su maquillaje nacional-catolicista escondieron, y esconden, crímenes genocidas y sistemáticos durante décadas. Todavía estoy esperando a que sus hijos y nietos se inmolen en público por la vil herencia que han recibido. O a que las asociaciones y gentes "re-sentidas" les saquen a la luz sus alardes de "civilización" ya que ni nuestros parlamentarios ni sus leyes de "quítame aquí unas pajas" han tenido dignidad suficiente para hacerlo.
Por eso cuesta identificarse con un país tan cargado de miserias en su vientre, por muchas copas de Europa que gane su Selección.
Polikarpov -
El Tema de los nazis en España comienza a tener entradas bibliográficas. Tampoco hay que caerse del guindo sobre si España era o no era tal paraíso para los nazis ya que criminales nazis fueron atrapados, captados, seducidos por la URSS y por EEUU por su valor técnico en el desarrollo de propulsores para cohetes y de la industria aeronáutica. Solo hay que comparar los diseños de los aviones alemanes en los últimos años de la guerra (los planos que son públicos) con los cazas americanos y rusos de los cincuenta o la presencia imprescindible de Braum y su amplísimo equipo en la NASA y en desarrollo del proyecto Apollo. Aquí en España solo pudieron captar a Willy Messerschmitt famoso diseñador de la saga de los cazas 109 que fue el padre del primer reactor español, el Saeta del que tanto presumieron las fuerzas aéreas franquistas (un buen diseño aunque algo anticuado en prestaciones) Este diseñador fue también quién diseñó el primer reactor Argentino para Perón (el Pulqui, bautizaron al aparato), se dice que Méngüele tuvo entrevistas regulares con Perón durante el tiempo en el que vivió en Argentina.
Solo son unos apuntes para aclarar que muchísimos nazis fueron respetados en países democráticos por el valor de sus competencias científicas y técnicas (S. Kubrick hizo una caricatura del tema en Teléfono Rojo (1963) en la que a un científico se le estiraba el brazo haciendo el saludo nazi cuan tic irreprimible). Los caza-nazis solo pudieron detener y juzgar a unos pocos y estos no tuvieron todas las facilidades por parte de los servicios de seguridad de los países en los que vivían tales criminales, sino todo lo contrario.
Nosotros ahora. La tercera generación, comenzamos a interesarnos, investigar y destapar toda esa basura. Pero volviendo a la peli, creo que el director se engaña cuando piensa que el nazi que entrevista somatiza por fin su crimen o la negación de su crimen cuando logra una entrevista cara a cara entre el viejo nazi y un exprisionero del campo de concentración. Aquí en España hemos tenido y seguimos teniendo (ya pocos porque van muriendo) muchos franquistas orgullosos de serlo y a no pocos pseudohistoriadores revisionistas que siguen la saga que no solo no niegan los crímenes del franquismo sino que defienden y argumentan su necesidad y no les duele nada ., es más venden mucho libros. El nazismo va quedando reducido a la figura de un Hitler fanático y loco como responsable total de casi todo cuando los máximos responsables de esa guerra fueron millones de ciudadanos. Igual que la simplificación del Franquismo en la figura de Franco y cuatro más, cuando millones de Españoles le apoyaron y jalearon sus crímenes durante muchos años. No olvidemos que el presidente de honor del principal partido de la oposición y presidente no se cuantas de la Comunidad Autónoma de Galicia, fue tres veces ministro con Franco y es en España un político respetado. ¿le ha escuchado alguien renegar de los crímenes cometidos por el dictador y sus secuaces? ¿es su cojera actual una somatización final de su mala conciencia? No.
Estuve hace pocas semanas en la fosa común donde se encuentran los restos de unos parientes. El lugar de los fusilamientos no dista un kilómetro de dos pequeños pueblos.
Eran emigrantes, sindicalistas, pacíficos padres de familia que volvieron a su país llenos de ilusión por una República y acabaron encarcelados, paseados y fusilados en un lugar sin nombre. Hasta puede reconocer las viejas cicatrices en las encinas de los tiros. ¿Alguién ha juzgado a los responsable de esos crímenes?, ¿han somatizado a lo largo de su vida su repugnante comportamiento?, no, vivieron felices una larga vida.
Es que los rojos sois todos unos resentidos me decían algunos amigos de derechas e hijos de familias acomodadas. Si, esa es una palabra perfecta: re-sentido.
Eso vi en su película: un nazi que ha tenido una vida larga y cómoda, un viejo longevo y sano que comienza a tener achaques y a chochear un poco. El gran valor de la pelí es ese, que no hay castigo ni moraleja. Que España ha sido y es refugio de criminales nazis y franquistas. Por el contrario todos los antifraquistas que he conocido han vivido una vidas dolorosas y muy dura y ya están muertos. Y les dolía en especial en sus últimos años, que los franquistas siguieran ahí luciendo poder en democracia y a ellos nadie les reconociera que lucharon por la democracia y la libertad.