blanco sobre negro
Brotarán hiedras verdes y vigorosas, mansos pétalos
suscitando la atracción de la vida, trinos afinados.
Entre las ruinas brotarán opúsculos hedonistas o la
ciencia de quienes abrazaron al tiempo. Brotarán
los murmullos del silencio, frutos suculentos, pupilas
húmedas con la armonía de los gatos.
El epílogo de una época de quimeras tiránicas es
exactamente idéntico al preludio de una humanidad
clemente y lúcida. Austera y cósmica, abundante de
dicha y de alimentos infantiles.
Enterradas unas quimeras, ¿tendremos derecho a la
arquitectura de vínculos blancos? ¿Nos saciaremos con
versos añejos y dulces licores? ¿Sabré regalarte rosas sin
espinas?
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