Estrictamente hablando
aquellas preguntas retóricas
sobre la teoría no constituían
teoría alguna,
cómo podrían.
Suelo ser más exigente
con las premisas
pero también yerro la diana
con demasiada frecuencia
y no queda ni rastro
de las conclusiones.
Todo lo que he intentado
ha sido besar lo sublime
y lo inextinguible, besar
con los párpados cerrados
e inquietos por si esa bandada
de pájaros huía, al fin,
de su eterna primavera.
0 comentarios