tres poemas de Karmelo C. Iribarren
ESTAS COSAS SIEMPRE SUCEDEN DE REPENTE
No pasa nada. Ella está
en un expreso con dirección
a Barcelona, y yo aquí,
en mi mesa de trabajo, escribiendo
estos versos. Hace apenas dos horas
que se ha ido. Mañana
charlaremos por teléfono.
Sobre la tele, su espléndida sonrisa.
No pasa nada, como digo.
Y, de repente, no sé qué hacer
con tanta soledad.
SI QUIERES SABER LO QUE HA CAMBIADO ESTE PAÍS
No tienes más que acercarte
a cualquier cafetería
a la hora del almuerzo
y fijarte en esos tipos entusiastas
que hablan y gesticulan
con esa suficiencia
típica de los llamados a dominar
el mundo
y que lo único que tienen
entre ceja y ceja
es cómo conseguir un nuevo aumento
para cambiar de coche o de parienta.
LA FUNCIÓN DE LA POESÍA
La función
de la poesía
en nuestra sociedad,
ha sido el tema estrella
(durante un par de días)
en simposios, mesas orondas
y demás zarandajas,
a cargo
de eminencias con-
trastadas
en el manejo de las lenguas.
Parece ser
que les ha hecho
buen tiempo
y que no ha habido
heridos de importancia.
Karmelo C. Iribarren, La condición urbana (1995)
Fotografía: Martine Franck
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