Blogia
ateo poeta

 

Hoy toca recordar la lección

de Roman Jakobson acerca

de la función metalingüística.

 

Aunque sea duro reconocerlo,

por debajo de los abalorios

y de los juegos de palabras,

escribo para que me quieras.

 

Tú, sin embargo, aceptas

el poema como irrefutable

prueba de amor.

 

De ahí que surjan tantos

malentendidos.

 

 

Fotografía: Erwin Blumenfeld

 

 

0 comentarios