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ateo poeta

 

Llueve y casi nieva.

También ha sucedido

otras mañanas de enero,

en esta ciudad mesetaria.

 

El tambor de la lavadora

gira a varios cientos

de revoluciones por minuto

y es la única música

vigente en la estancia.

 

En estos mismos instantes

alguien estará ayudando

a morir o a matar

a alguien.

 

 

Fotografía: Dimitry Terrov

 

 

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