Puedo perder
una disputa tras otra,
una batalla tras otra,
todas las guerras.
Lo que nadie
me puede arrebatar
es mi definición
íntima e irrenunciable
de la disputa,
de la batalla
y de las guerras
que merecen la pena
librarse.
Puedo perder
una disputa tras otra,
una batalla tras otra,
todas las guerras.
Lo que nadie
me puede arrebatar
es mi definición
íntima e irrenunciable
de la disputa,
de la batalla
y de las guerras
que merecen la pena
librarse.
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