Uno. Esta situación ya la he vivido antes.
Los puñetazos al estómago. Las estrías,
los capilares rojos, luchar por todos los medios,
deshacer el camino de escollos hasta que sea
inteligible y no me petrifique.
Dos. Me imagino cosas. Bacterias. Animales
microscópicos. Una guerra larvada. Sistemas
de control con imperfecciones, más que
carestía en el abastecimiento. La atmósfera
tóxica. ¿Cuándo me envolverá tu cuerpo?
Pronto. Amnistía.
Tres. Una posibilidad para reconstruir y añadir
a lo inacabado, sin mayor esperanza. Texturas.
Circunstancias. El método hace aguas. Aljibes.
De esa configuración química, tomar tierra.
No entiendo por qué decían que era impaciente.
Solo deseo producir una quietud elegida,
no estrellarme.
Fotografía: Sára Saudkova
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