Sólo permanecerás en la retina
de unos pocos seres,
y no por mucho tiempo.
El resto, la mayoría, olvidará
tu existencia, incluso pronto,
ayer mismo.
Nada que objetar.
Es ley de vida.
Para las flores igual
que para los animales
más vanidosos.
Fotografía: Gloria Rodríguez
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