Me digo: mira en tu interior.
¿Y cómo puedo mirarme desde el interior
de tus ojos?
A medida que desciendo veloz, sin apenas pedalear,
me digo: es tiempo de deleitarme
con cada palabra y cada silencio y con los labios
que lo forjan.
No hay prisa.
Me detengo: una bayonesa de cabello de ángel,
por favor.
¿Cómo puedes inundar tanto el método
de escribir?
Fotografía: Jan Saudek
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