Primero eran semanas
sin saber uno del otro,
después meses,
alguna llamada
al margen de cualquier
convención,
sabías de mi tendencia
a recluirme
en mis laberintos,
a huir de la fría
distancia
y a aceptarla
sin abalorios,
luego el polvo
de los años
y la escritura
ocultando, en fin,
la indolente
naturaleza
del silencio.
Fotografía: Tatsuo Suzuki
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