Nuestras agendas
estaban desajustadas.
Cuando yo te busqué
desde mi vacío,
tú sonreías distante
cimbreando
toda esperanza.
Cuando regresó
súbita
tu presencia
desde el olvido,
mi deseo pertenecía
a otra vegetación.
O bien esa fuerza
se repliega por siempre
en su mundo
de posibles,
o bien estalla sola
el día que nos reúna
desprevenidos.
Fotografía: Britanny Markert
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