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ateo poeta

 

Valore usted,

por favor,

del uno al cuatro,

la calidad

de su amor,

 

siendo uno

"nada en absoluto",

dos "un poco",

tres "bastante"

y cuatro "muchísimo".

 

Nos hubiera encantado

asignarle al último valor

una etiqueta más

apropiada, del tipo

 

"superlativo", "sublime",

"como pan mojado en leche",

"frenesí" o "ansiedad"

pero debemos huir

de todo sesgo

subjetivo

en el análisis.

 

¿Que dice usted

que "depende",

que no es igual

todos los días

ni siquiera

a lo largo

de una misma jornada

y que puede, incluso,

cambiar

cada noche?

 

En este punto le pedimos

la máxima colaboración.

Comprenderá que es

del todo imposible

determinar

este asunto

con plena exactitud.

A la ciencia

no le queda más

remedio que esgrimir

pautas generales.

 

¿Que si estas mediciones

van a ayudarle

a superar la crisis

de pareja?

¿Que si nosotros

hemos amado

"de verdad"

alguna vez?

 

Mire usted,

seamos sinceros,

la medicación

a este respecto

no ha avanzado mucho

recientemente.

Y, como se imagina,

no se trata solo

de satisfacer

el apetito sexual

o de suplir la carencia

del mismo.

 

Ya le dijimos

que todo sería

mucho más fácil

si su compañera

accediese también

a rellenar

el cuestionario.

 

 

Fotografía: Julia D. Velázquez

 

 

 

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