Miraba lejos,
me hacía el remolón.
El tiempo discurría
sin importarle
su destino de marismas.
El exterior allí,
seguro, tan presente
y a punto de desaparecer
como este verano
moribundo.
Fotografía: Celia Díaz
Miraba lejos,
me hacía el remolón.
El tiempo discurría
sin importarle
su destino de marismas.
El exterior allí,
seguro, tan presente
y a punto de desaparecer
como este verano
moribundo.
Fotografía: Celia Díaz
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