Cada mañana
lo bello y lo doloroso
están ahí,
esperando
su ración.
Ni siquiera
la noche en coma
ha podido deshacerse
de su arraigado
existir.
Como es mi costumbre,
opto por alimentar
a uno solo
de los bandos.
Pero sé
que no hago
más
que rizar el rizo.
Fotografía: Olmo Calvo
2 comentarios
Anónimo -
polikarpov -
Cada mañana
lo bello y lo doloroso
están ahí,
esperando
su ración.