Cada uno tiene sus fetichismos
políticamente
incorrectos.
Los míos pretenden celebrar
las potencias deseantes
y la rebeldía.
Pero hay límites
que no alcanzo por más
que insisto hasta bien entrada
la noche.
Fotografía: Ed Ros
Cada uno tiene sus fetichismos
políticamente
incorrectos.
Los míos pretenden celebrar
las potencias deseantes
y la rebeldía.
Pero hay límites
que no alcanzo por más
que insisto hasta bien entrada
la noche.
Fotografía: Ed Ros
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