Hay mujeres
que no se conforman
con menos
del noventa por cien.
Lo quieren (casi) todo
ya mismo
y de la mejor calidad.
De no ser así,
si te he visto,
no me acuerdo.
Otras ponen el listón
en torno al setenta.
Te dan amplios márgenes
por interés propio,
pero apuntan cada desliz
y a la tercera
va la vencida.
Con esas que ni fu ni fa
a veces es peor
pues jamás se decantan.
Te aman y te abandonan
con idéntica precisión contable
y los gastos
compartidos.
Por debajo del cincuenta
no hay necesidad
de que te perdonen la vida
ni del indulto
de gracia.
Son bocetos de amor,
inversiones no rentables
y proyectos pasajeros
sin billete
de vuelta.
Lo que más me perturba
son los cambios drásticos
de actitud
y la convicción
de que cada una es un mundo
por lo que todas
mis exploraciones
suelen terminar
en agua de borrajas.
Fotografía: Xyza Cruz
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