Yo nunca lucho por el amor.
Si me rechazas supongo
que lo tendré merecido.
Además, son de agradecer
estos golpes de realidad
en los músculos bien
entrenados.
Siempre me recuerdas
que soy más vulnerable
de lo que aparento.
Yo nunca lucho por el amor.
Si me rechazas supongo
que lo tendré merecido.
Además, son de agradecer
estos golpes de realidad
en los músculos bien
entrenados.
Siempre me recuerdas
que soy más vulnerable
de lo que aparento.
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