Blogia
ateo poeta

 

No necesitaba fumar

ni emborracharme

ni deambular contra

el sueño por calles

desiertas hasta que

cerraban los bares,

no intenté suicidarme

ni tener broncas

o peleas de estúpida

virilidad, no mandé

a la mierda a mis jefes

tantas veces como se

lo merecieron,

no me vengué jamás

de mis ex, ni siquiera

en justa correspondencia,

no dilapidé la fortuna

que, además, no tuve.

 

Y, sin embargo, por

muchas otras razones,

permanezco en el mismo

lado salvaje.

 

 

0 comentarios