Está lejos del alcance de la mano
el ave de la comprensión única,
esclarecida, la del ojo que enfoca
sin trastorno. Porque los rizos del vuelo,
la edad a cuentagotas, las ligeras
y esenciales mutaciones.
No debo interferir ni dañar.
Al contrario: alinearme
con quien rejuvenece
la dulzura y la espiga.
Que antes de la próxima lluvia
se reseque el rencor.
Fotografía: Masao Yamamoto
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