Tenía nostalgia de mar y de bosque.
De lo longevo, oculto, lúcido,
pedregoso.
La doble faz: los mojones silvestres
y los rayos oblicuos. La calma
contradictoria. Y el anhelo
de lo insólito, de la ternura.
Me guiñas un ojo con tus manos
de musgo azul.
Fotografía: Man Ray
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