Entiendo tu angustia. ¿Por qué ya no
vienen las palabras a los dedos,
a la soledad?
¿Se han secado las aguas en el fondo
que siempre oíamos?
¿Cuánta pasión por la vida, esa métrica
absurda, debe nutrir, trazar su tilde
diacrítica?
Entiendo, pero eso no soluciona nada:
hay que hacer, deshacer, descreer.
Que la puntuación no dispare
a los pájaros.
Tomarse licencias poéticas.
Interrogarse a cambio: ¿dónde duermen
los delfines?
¿Por qué el amor a cuentagotas?
Fotografía: Rosa Neutro
0 comentarios