Hoy no voy a trabajar
porque los caballos en el cielo
relinchan y la numerología
de las almas destila un dulce
licor de alambique.
Voy a robarle a un ladrón
de guante blanco ajeno a la ley
de las armonías celestiales,
cruel con su sonrisa fúnebre
en lecho carbonizado.
Subjetividad, nutrir, grado
cero del placer onírico.
Fotografía: Nobuyoshi Araki
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