Me llama una piedra
incandescente. Que el teléfono
no puede imitar
ya lo sabe la cacofonía.
Te duele el corazón
porque nadie sabe, nadie dice,
con signos de esta galaxia
te quiero, es simple pan,
agua de beber, y tan
insólito.
Somos tigres de papel,
almas a remojo. Dónde
está escrito
que nadie sabe, nadie dice
pizarra, léxico, té,
menstruación.
Ilustración: Robert Kipniss
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