¿Es que acaso necesitamos
una revolución estética,
otro canon y club
de directores
de orquesta?
Hoy me despierto
y sucumbo
a lo que irradian
los libros esparcidos
a montones,
a la disposición caprichosa
de las palabras y los objetos
imposibles.
A los cuerpos en plenitud
de facultades
-o exultando su dicha.
La ciudad, la amalgama,
los maestros
de los equilibrismos.
No pido más. Solo alojarme
en ese presente continuo.
Persistir.
Conjugar.
Realimento.
Fotografía: Alizz Vichchou
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