Tienen alas, silban, dan saltitos. Esas aves
no son tan diferentes. Las palabras alzan
el vuelo, se pierden como una mancha
en lo inabarcable. A menudo observo a esos
pájaros domésticos que alguien ha sacado
de paseo. A algunos les dan un respiro de libertad
y los fieles presos regresan, al cabo, al interior
de la jaula.
Fotografía: Iwase Yoshiyuki
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