Unos juguetes rotos. Eso somos. En el mejor
de los casos -cirugías pendientes, alas quebradas.
Muchos cayeron en alguna trinchera. Los frentes
de guerra están por doquier, no los elegimos casi nunca.
El cuerpo se desgastó justo en medio de la plenitud:
quién lo podía predecir. O una mala racha, ya ves.
Solo conozco esas heroicidades domésticas.
Los demás -supervivientes, mudando de piel,
materia frágil. ¿Y por qué esto o algo parecido
apenas perturba las inercias?
Fotografía: Benoit Courti
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